Dentro de la medicina biológica los terrenos metabólicos en que se genera el cáncer de esófago son los siguientes:
Por bloqueo enzimático que se gesta fisiológicamente en hígado tras procesos emocionales que cursan con miedo, stress, angustia o frustración y que puede cronificarse si la emoción agobiante se perpetúa. Este bloqueo hepático y su consiguiente éstasis enzimático induce bloqueo idéntico en el epitelio esofágico que si se asocia con estancamiento sanguíneo en el subepitelio y con deficiencia metabólica digestiva completa, deriva a un cuadro etiológico en el que la alteración cromosómica se establece e inicia el proceso.
Sin embargo, a partir de esta acumulación enzimática y sanguínea en el área esofágica que condiciona la aparición y desarrollo del tumor, otros ejes metabólicos pueden cooperar en la agresión: La acumulación mucosa en el entorno epitelial y el trastorno neuroendocrino de anclaje médulo-suprarrenal.
El esófago es el tubo hueco, muscular que transporta los alimentos y los líquidos desde la garganta al estómago. La pared del esófago comprende varias capas de tejido, incluyendo la membrana mucosa, músculo y tejido conjuntivo. El cáncer de esófago comienza en el revestimiento interior del esófago y se disemina hacia afuera hasta las otras capas a medida que crece.
Diagnóstico:
Por lo general, los cánceres de esófago son encontrados cuando una persona presenta señales o síntomas. Si se sospecha cáncer de esófago, será necesario confirmar el diagnóstico.
En la mayoría de los casos, los cánceres de esófago se descubren debido a los síntomas que causan. El diagnóstico en personas que no presentan síntomas ocurre raras veces y generalmente es accidental (debido a pruebas que se hacen para otros problemas médicos). Desafortunadamente, la mayoría de los cánceres de esófago no causa síntomas sino hasta que han alcanzado una etapa avanzada, cuando son más difíciles de tratar.
Entre los signos más comunes del cáncer de esófago se incluyen dolor o dificultad para tragar y pérdida de peso. Estos y otros síntomas pueden ser ocasionados por el cáncer de esófago o por otras afecciones. Consultar con el médico si tiene alguno de los problemas siguientes:
Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de esófago, se utilizan pruebas que examinan el esófago. Pueden utilizarse las siguientes pruebas y procedimientos:
La incidencia de adenocarcinoma de esófago ha aumentado de forma muy importante en el mundo occidental desde 1970. La causa de este aumento no se conoce, pero se cree directamente relacionada con el aumento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Se considera que un 6-14% de los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico desarrolla esófago de Barrett y que un 0,5-1% de éstos desarrollan un adenocarcinoma. Afecta especialmente a varones con una incidencia hombre/mujer de 3,6:1 con una edad media al diagnóstico de 69 años. Los tumores más frecuentes son el carcinoma escamoso y el adenocarcinoma de esófago.
La frecuencia del cáncer de esófago varía de una zona a otra del mundo. En los países occidentales, se calcula que cada año se producen 10 casos nuevos por cada 100.000 habitantes; la mayoría de los afectados son personas de más de 50 años. Los hombres lo padecen, como se ha reseñado anteriormente, en mayor medida que las mujeres.
Aún no se sabe exactamente cuáles son las causas de la mayoría de los cánceres de esófago. Sin embargo, hay ciertos factores de riesgo que aumentan las probabilidades de padecer cáncer de esófago.
El cáncer de esófago se debe esencialmente a una intoxicación por el alcohol y el tabaco. En estos casos, se puede asociar con un cáncer de garganta (laringe, faringe) y con un cáncer pulmonar. Más raramente, el tumor aparece sobre una lesión preexistente: inflamación del esófago debida al reflujo anormal de las secreciones ácidas del estómago (esofagitis péptica), a una alteración de la motricidad del esófago (acalasia), que comporta una anomalía del emplazamiento del punto de unión entre el esófago y el estómago (endobraquiesófago).
Cualquier cosa que aumente el riesgo de enfermarse se llama un factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a enfermar de cáncer; no tener factores de riesgo no significa que no se vaya a enfermar de cáncer.
Entre los factores de riesgo están los siguientes:
En la actualidad se conocen factores que parece que poseen una relación con el cáncer de esófago, entre ellos destacan:
No es posible prevenir todos los casos de cáncer de esófago, pero el riesgo de padecer esta enfermedad se puede reducir significativamente al evitar ciertos factores de riesgo.
También es importante consumir alimentos sanos y mantener un peso saludable. Una dieta con un alto consumo de frutas y verduras parece que pudiera ayudar a proteger contra el cáncer de esófago.
La obesidad se ha asociado con el cáncer de esófago, particularmente con el tipo de adenocarcinoma. Por lo tanto, la conservación de un peso saludable también pudiera ayudar a limitar el riesgo de padecer esta enfermedad.
Pronóstico:
El pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:
Cuando se detecta el cáncer de esófago muy temprano, es más alta la probabilidad de recuperación. El cáncer de esófago se encuentra a menudo en una etapa avanzada cuando se diagnostica.
Tratamiento convencional:
Después de diagnosticarse el cáncer de esófago, se realizan pruebas para determinar si las células cancerosas se diseminaron dentro del esófago o hacia otras partes del cuerpo.
El proceso utilizado para determinar si el cáncer se diseminó dentro del esófago o a otras partes del cuerpo recibe el nombre de estadificación. La estadificación suele determinar el estadio de la enfermedad. Es importante conocer el estadio de la enfermedad a fin de planificar el tratamiento. En el proceso de estadificación, se pueden utilizar las siguientes pruebas y procedimientos:
Broncoscopia
Procedimiento para observar el interior de la tráquea y las vías respiratorias mayores del pulmón y determinar entonces si existen áreas anormales. Se introduce un broncoscopio a través de la nariz o la boca hacia la tráquea y los pulmones. Un broncoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. También puede tener una herramienta para extraer muestras de tejido y observarlas bajo un microscopio para verificar si hay signos de cáncer.
Exploración por TAC (tomografía axial computarizada
Procedimiento mediante el cual se toma una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, como el pecho, el abdomen y la pelvis, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. De forma adicional se inyecta un tinte en una vena o se ingiere, a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen más claramente. Este procedimiento también se llama tomografía computada, tomografía computarizada o tomografía axial computarizada
Exploración con PET (tomografía por emisión de positrones)
Procedimiento para encontrar células de tumores malignos en el cuerpo. Se inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa (azúcar) radiactiva. El explorador por PET rota alrededor del cuerpo y toma una imagen de los lugares del cuerpo que absorben la glucosa. Las células de tumores malignos tienen aspecto más brillante en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales. Una exploración con PET y por TAC se pueden realizar al mismo tiempo, esto se llama una PET-TAC.
RMN (resonancia magnética nuclear).
Procedimiento para el que se usa un imán, ondas de radio y una computadora para crear imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
Ecografía endoscópica (EE)
Procedimiento para el cual se introduce un endoscopio en el cuerpo, por lo general, a través de la boca o el recto. Un endoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. Se usa una sonda ubicada en el extremo del endoscopio para hacer rebotar ondas sonoras de alta energía (ultrasónicas) en los tejidos o los órganos internos y crear ecos. Los ecos forman una imagen de los tejidos del cuerpo que se llama sonograma. Este procedimiento también se llama endoecografía.
Toracoscopia
Procedimiento quirúrgico que se realiza para observar si hay áreas anormales en los órganos internos del pecho. Se hace una incisión (corte) entre dos costillas y se introduce un toracoscopio en el pecho. Un toracoscopio es un instrumento delgado con forma de tubo, con una luz y una lente para observar. También puede tener una herramienta para extraer tejido o muestras de ganglios linfáticos, que se observan bajo un microscopio para verificar si hay signos de cáncer. En algunos casos, se puede utilizar este procedimiento para extirpar parte del esófago o el pulmón.
Laparoscopía
Procedimiento quirúrgico para observar los órganos del interior del abdomen y determinar si hay signos de enfermedad. Se realizan pequeñas incisiones (cortes) en la pared del abdomen y se introduce un laparoscopio (tubo delgado, con iluminación) a través de una de las incisiones. Se pueden introducir otros instrumentos en la misma incisión o en otras para realizar procedimientos tales como extirpar órganos o tomar muestras de tejido para observarlas bajo un microscopio y verificar entonces si hay signos de enfermedad.